sábado, enero 09, 2016
En el septimo Aniversario de Evangelina Añez de Tovar
Se puede vivir feliz eternamente, con una pena en el alma?
No creo poder vivir eternamente aunque me gustaria, mi reflexion va mas alla.
Han pasado seis largos años desde la muerte de mi Mama, y
muchisimos desde la de mi Padre. Son las dos muertes emblematicas en mi vida,
lo digo porque hay gente que ha estado mas expuesta a la perdida de sus seres
queridos y al dolor que esto representa, y quiza piense como lo dice el adagio,
que no hay mal que dure cien años ni cuerpo
que lo resista.
He vivido feliz todos estos años. Entendiendo por felicidad
el poder vivir una vida agradable, acompañado de mis familia y de mis amigos.
Disfrutar del recuerdo de unos padres y un hogar benditos, de donde vienen los
cimientos que me han sostenido durante estos casi 60 años de recorrido por las
calles de la vida. De alli salio la inspiracion para fundar, en la union de
Diana, mi propio cubil, en el cual el recuerdo de Evangelina Añez prevalece en
cada rincon.
En los buenos y en los malos momentos he contando con la
ayuda de Dios para salir adelante, y he sentido una influencia sobrenatural que
no puede ser otra cosa que la presencia angelical del alma de mis viejos.
Entonces puedo decir con humildad, se puede ser feliz con
una pena en el alma. Se pueden albergar sentimientos encontrados: La alegria de
lo cotidiano, mi esposa, mis hijos, mi trabajo, mis sueños e ilusiones, y un
recuerdo que hiere y que constantemente abre cicatrices que no se dejan curar.
La pena de su ausencia es infinita, irreparable,
incommensurable, pero igual de grandes son tambien los recuerdos, de su amor,
las virtudes y valores que nos enseño y gracias a los cuales hoy somos lo que
somos.
Hoy 6 de Enero, una vez mas, evoco a mi Madre en un lamento,
y quisiera de una manera enfermiza que estuviera aca conmigo. En cada paso que dan mis hijos en su propia
dinamica, solo pienso en sus alegrias y tristezas de abuela hermosa, y en esas
palabras siempre sabias, siempre
necesarias, que me ayudarian tanto en mi transito por la vida.
Se puede ser feliz y llorar a la vez, por que los ojos son
el espejo del alma, y de ellos se salen a veces algunas lagrimas furtivas, que
indican que en cualquier momento, hora y circunstancia su recuerdo esta
presente por doquier.
Madre querida, una vez mas te pido, que desde la Gloria de
Dios nos acompañes siempre.
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