23 de Octubre de 2016.
Un dia como hoy, en el año 1925, nacio
mi padre y amigo Jaime Tovar Herrera.
Decir que lo recordamos hoy en su
cumpleaños seria como decir que el sol nace en la mañana, y la luna sale por la noche, algo asi de natural y predescible.
Lo recuerdo cada dia y no solo hoy.
Tengo recuerdos de mi padre para escribir un libro, grande y gordo, con vivencias y momentos a lo largo de nuestra vida.
Fue un padre calido, cariñoso, emotivo, quien compartio mucho con su familia. Ya cuando crecimos, tambien fue un amigo con quien pudimos compartir las cosas de los hombres y de la vida.
Mi viejo que no era tan viejo despues
de todo pues nos dejo en plena madurez, a sus 59 años, cuando aun
tenia mucho por dar, y sobre todo por dejar como ejemplo de su pulcra
y admirable trayectoria.
Han pasado 31 años desde su lamentable
partida, y en vez de olvidarlo creo que cada dia mas bien
alimentamos su recuerdo y nuestro amor por el para mantenerlo vivo.
Sus nietos que no lo conocieron, saben muy bien quien fue su abuelo,
y se sienten orgullosos de su legado.
Ayer alguien me decia que cuando
lloramos a nuestros muertos lo hacemos por nosotros y no por ellos, y
eso tiene algo de razon. Extraño a mis padres y a mis abuelos, y de
una manera muy egoista quisiera que vivieran aun, solo para que mis
hijos Carlota y Felipe pudieran disfrutar de su compañia.
En el caso de mi padre y por su carrera
politica, trato de imaginarlo hoy en dia y de elucubrar sobre cuales
serian sus posiciones en un pais polarizado como el nuestro. Es
dificil, no soy quiromantico, pero si dudo que Tovar Herrera hubiese
estado feliz con el desastre en que nos han sumido nuestros
gobernantes.
Un democrata nato como el, jurisconsulto insigne, patriota por antonomasia, jamas hubiera apoyado esta debacle, y se habria gastado
sus ultimos suspiros luchando con el arma de su pluma, desde su
trinchera literaria en El Heraldo, “La Hoja del Miercoles”.
Tres decadas de ausencia no han borrado
su imagen en las gentes de la region, quienes lo recuerdan y
concuerdan al afirmar que hombres como el hacen falta en la actual
coyuntura, tanto en su Guajira natal, como en la Venezuela de sus
sueños mozos y en la Colombia de su corazon.
Descansa en paz mi “Viejo” querido,
que murio mas joven que yo, y que sigue vivo en sus hijos y en sus
nietos.
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