viernes, noviembre 26, 2004

Para mi amigo Alvaro Gomez: Reflexiones en la despedida de Mariana.

A mi me dieron el mar, y sus orillas.
El golpe de la espuma, el viento y el agua.
Y el aire de los labios que son las palabras.
Piero.


Mi Querido Alvaro:

Nosotros somos de un pueblo en el que dar pesames es un arte, y asistir a funerales es parte de la rutina social de cada dia. Nos acostumbramos a dar pesames, y aprendemos con el tiempo a hacerlo bien, como un aspecto escencial de nuestra cultura.

Sinembargo, este es uno de los pesames que nunca hubiera querido dar, y el de Maña un entierro al que nunca hubiese querido asistir. No porque no pueda comprender que despues de una vida prodiga y ejemplar en muchos sentidos, y a escasos dias de cumplir un siglo de vida lo mas natural sea precisamente fallecer, sino por la tristeza tan profunda que me causa tu dolor, Alvaro Gomez, por no haber cumplido ese anhelo vital de estar con su madre viva, de compartir con ella sus ultimos momentos en este efimero escenario de la vida, y sobre todo, de llorar en su regazo la pena de tus cuitas que muchos imaginan pero que pocos entendemos y compartimos en su real dimension.

Mariana Gomez es la madre y origen de un racimo de amigos mios. Muchos, y muy queridos siempre. Pedro Manuel y Pedro hijo. Luis Eduardo. Rosa Remedios. Alvaro. Mariana Leonor, Jairo David y Pimpi para quienes fue madre y abuela, y admirablemente dos veces madre. Raul Gomez, Brenda y Raul Moises. Celina. Manuel Maria. Y muchos nietos y biznietos imposibles de contar.

De Mariana puedo llenar un libro de recuerdos. Siempre fue parte de esa familia que no es familia por la sangre, sino por sentimientos arraigados en la piel y en el alma. Fraternidades que han traspasado los limites del tiempo y las fronteras de la geografia, y se han multiplicado de generacion en generacion.

Maña fue la gran amiga de mi abuela Challo, y tambien de mi Papa, quienes nos dejaron a su debido tiempo, siguiendo los designios del Señor. Sus partidas de este mundo material no han podido ser superadas, y aun siguen produciendo lagrimas, suspiros y miradas perdidas de vez en cuando.

La imagen mas sentida de Maña la tengo aun viva en mi corazon, aquella tarde de Marzo de 1985 en el portal de la casa, cuando con inmenso cariño le leia a Challo Herrera el articulo que su hijo le dedico en El Heraldo con ocasion de sus 90 años, ya que yo, cada vez que lo intentaba, me atoraba un nudo en la garganta y simplemente sucumbia ante el peso de la tristeza que me producia sentir como Papa habia escrito con tinta de sangre y lagrimas aquellos magistrales 4 parrafos. Fue su ultima columna “La Hoja del Miercoles”, escrita desde la cama del hospital, del cual nunca volveria a salir con vida.

Si bien varios de los descendientes de Mariana ocupan un lugar privilegiado en mi corazon, a ti Alvaro te dedico estas lineas, porque si hay alguien que entienda por lo que estas pasando ahora, soy yo. En primer lugar porque el destino nos puso alguna vez en caminos similares. Soñamos sueños de ilusiones pasajeras, y tuvimos que vivir parecidas pesadillas terrenales. Tambien porque he visto un par de lagrimas brotar de tus ojos en momentos en que el corazon se hincha y se dilatan las compuertas del alma, por fuerza de la impaciencia, de la soledad, del amor y de la tristeza. Y porque al igual que tu, padezco esa desazon que llevamos por dentro todos aquellos que emigramos y por alguna razon no podemos volver al terruño de nuestros sentimientos.

Al igual que ustedes, esperaba ansioso este Diciembre para ver a los Gomez de todos los confines del mundo, reunirse al alrededor de la Vieja Maña a celebrarle sus 100 años de existencia, y no salgo de mi nostalgia al pensar en que solo faltaron unos cuantos dias para ver realizado este hermoso anhelo familiar.

Descanse en paz Mariana Leonor Gomez. Alla arriba debe estar reunida con todos nuestros seres queridos que la precedieron en este inexorable camino de la vida y de la muerte, lo que de cierta manera la hace mas afortunada que nosotros.

Deja tras de si mucha gente buena, de su sangre y de su medra, para que lleven en alto el estandarte de su nombre y su recuerdo por doquier.

Para todos los Gomez mi mas sentido pesame. Sin protocolos innecesarios les hago llegar todo mi afecto. Profundo y perenne como fue la amistad de Maña con mis viejos.

Y a ti, Alvaro Gomez Gomez, tengo que verte pronto para darte un abrazo, y sentarme a llorar contigo esa pena que tambien es un poco mia. Mientras tanto espero que encuentres el consuelo y la resignacion que tu alma necesita.

Ojala que estas palabras, que constituyen lo unico que tengo a mi alcance para expresar mi solidaridad, puedan llevarles un sincero mensaje de condolencia.

Houston, 26 de Noviembre de 2004

No hay comentarios.: