Cuando el Presidente Uribe designo a Fernando Araujo Perdomo para reemplazar a Maria Consuelo Araujo en la cancilleria, hubo muchas reacciones y opiniones encontradas.Para unos, tal designacion obedecia a la carencia de candidatos que satisfacieran el hambre de escandalo que mostraba la oposicion y la opinion publica.
Se llego a decir que fue la misma Conchi quien recomendo al Presidente el nombramiento de Fernando, quiza por motivos mas de “impacto inmediato” que por otras razones, ya que no son familiares ni allegados, en terminos de Araujo a Araujo.
Para nosotros el nombramiento fue una movida poltica de ultima hora, que como todas las de Uribe, pretendia ser una carambola de varias bandas. Conjuraba una crisis profunda desatada por el escandalo de la para-politica, le daba la oportunidad a un conservador de entrar al gabinete, y de paso, inyectaba una inmensa dosis de respaldo y consideracion a las victimas del secuestro y de otras acciones de la guerrilla, asi como trasmitia un mensaje importante a la comunidad internacional, al tener como Canciller a uno de los colombianos que mas tiempo ha pasado secuestrado en poder de las FARC.
Sinembargo, y no para darle la razon a quienes se opusieron al nombramiento, el Canciller Araujo ha tirado un par de bolas bajas en escenarios criticos para la politica internacional de Colombia, que bien han podido causar problemas mayores. Primero se metio con Chavez, nuestra eterna piedra en el zapato, y ahora con Ecuador, pais que esta pasando de escozor a rasquiña, y va en camino de convertirse en sarna a toda velocidad.
Cero y van dos, y vuelve y juega. Cual sera la proxima metida de patas de Araujo? Y cual sera la reaccion del Presidente quien hasta ahora se ha limitado a darle un tiron de orejas en publico, como tanto le gusta a el?
Quiza sea verdad lo que se decia de Araujo al conocerse el nombramiento. Una persona que ha pasado 6 años aislado del mundo exterior no estaba capacitada para llevar las riendas de la representacion internacional de Colombia. Sinembargo, yo mas bien pienso que Araujo simplemente no es un diplomatico ni de carrera ni de formacion, y que le esta dando a sus funciones un manejo meramente cooquial y macondiano, en el buen sentido de la expresion, y esto no va con el estilo del Presidente Uribe.
Con todo lo dramatico de la situacion de Fernando Araujo, lo cierto es que el Canciller paso del cambuche al Palacio de San Carlos, y obviamente eso tiene sus consecuencias.
Sin demeritar sus capacidades personales y profesionales, y sobre todo, sin quitarle valor a la importancia que su desginacion en su momento tuvo, es claro que Araujo tiene que asesorarse mejor.
En el campo diplomatico a diferencia de la arena politica no se pueden andar diciendo cosas para despues excusarse, o pasar por victima del sobredimensionamiento. Eso esta bien para Chavez, que cada vez que agarra un microfono hace lo mismo.
Pero no para la politica internacional colombiana, que por tradicion ha sido manejada con una elegancia y distinction unicas en nuestro hemisferio.
Parodiando a un diplomatico venezolano en uno de los multiples episodios de los malentendidos entre Colombia y Venezuela, no se puede desbaratar con improvisacion politica, lo que tanto le ha costado a las cancillerias construir con labor de filigrana.
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