martes, diciembre 22, 2009
Al rescate militar, por la supervivencia del estado.
El secuestro del Gobernador del Caquetá, Luis Francisco Cuellar Carvajal, ocurrido anoche, debe cambiar el rumbo de las negociaciones con la guerrilla para la liberación de los secuestrados.
Mientras el mundo entero esta pendiente del supuesto regreso a la libertad del Cabo Pablo Emilio Moncayo, y otros militares en poder de la guerrilla, esta arremete contra el proceso secuestrando nada menos que a un Gobernador.
Ya presagiábamos que algo turbio habría de entorpecer la tan cacareada liberación, si es que en algún momento hubo alguna intención verdadera de hacerla.
El Presidente Uribe se pronuncio anoche de manera contundente sobre la necesidad de adelantar el rescate militar de los secuestrados, lo que ha generado una reacción predecible por parte de los familiares de las victimas, quienes temen por la vida de sus allegados.
Apoyo irrestrictamente al Presidente, y no por haber estado de su lado anteriormente en otros momentos de amargura para nuestra Patria y para nuestra democracia. Lo apoyo por que ya ha sido demasiado, y porque llego la hora de acabar con el sainete del tira y jala de la guerrilla con los secuestrados.
Hay que salir a buscar tanto a los secuestrados como a los guerrilleros. Si el temor es que la guerrilla va a asesinar a los rehenes, como lo hizo con los diputados del valle, el ex gobernador Guillermo Gaviria, y los ex ministros Gilberto Echeverri y Consuelo Araujo, la verdad es que nadie nos puede asegurar que muchos de estos pobres colombianos, no hallan muerto ya por causas naturales, por el hambre, el frío, el abandono, las enfermedades, o simplemente fusilados quien sabe desde cuando.
Basta ya! Tenemos que ir por los facinerosos de las FARC y el ELN en donde estén, a cualquier costo, y acabarlos de una vez por todas.
Me gustaría oír un pronunciamiento inmediato por parte de la camarilla de asnos del ALBA, de la Coordinadora Bolivariana, de Hugo Chávez, y de su amiga Piedad Córdoba, esa blenorragia crónica insertada en el otrora glorioso Partido Liberal, a ver de que manera van a esconder ahora las verdaderas intenciones de las FARC.
Adelante Presidente Uribe, que aquí lo esta en juego es la supervivencia del Estado Colombiano. Algún día el amanecer será mas claro para los colombianos de bien, cuando el país pueda despertar sin el estigma de esta subversión que lleva décadas desangrando a nuestra sociedad.
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