viernes, febrero 26, 2010
El fin de la era de Uribe?
Con el hundimiento del referendo reeleccionista se vislumbra por fin luz al final del túnel, al que nos tuvo sometidos el Presidente en sus aspiraciones reeleccionistas.
Como Uribista neto, lo lamento. Soy del grupo de colombianos, cada dia más reducido, que aun piensan que a Uribe le debemos el habernos devuelto al país que habíamos perdido cuando administraciones pasadas lo habían entregado a la subversión, ya sea por ineptitud u omisión.
Sinembargo, al menos podemos decir que la zozobra ha terminado. Fueron años de mamadera de gallo de parte del presidente con los colombianos y con el mundo. Y por eso se perdió la reelección, mas que por alguna razón de otra índole.
Uribe nunca jugo limpio. Siempre tratando de soplar y chupar a las vez de la botella. Sacándole el cuerpo al debate. Buscando cualquier argumento para dilatar la decisión. Desde la continuidad de la seguridad democrática hasta el estado de opinión. Pasando por la encrucijada en el alma y la hecatombe,
Que le paso a Uribe? El poder lo encegueció. Se acostumbro a esa sensación de omnipotencia que sienten a veces los inquilinos de Palacio. Fueron 8 años reinando, más que gobernando. En un país que a la vez se fascino con su presidente como nunca antes había sucedido. Se podría decir que con excepción de sus enemigos políticos, y los magistrados de las diferentes cortes con los que siempre tuvo roces, además por razones obvias de poder, los diversos estamentos de la sociedad estaban con el. Y entre los que no, muchos se tranzaban con la idea de la reelección con un mal necesario, o con aquel viejo adagio de que ”Del mal….el menos…”
Por otra parte, también hay una razón química para el desgaste de Uribe: El degradamiento natural del Teflón. Este elemento que resistió la parapolitica, el AIS, las chuzadas, y demás embarradas del gobierno, termino por ceder. La popularidad que fue la mas alta en toda la historia contemporánea de Colombia, y envidia de otros países, empezó a bajar, y hoy por hoy registra niveles cercanos a los de Pastrana, Samper o Gaviria.
Finalmente, hay una razón que ha venido gravitando en mí. pensamiento por varios meses y que erosiono mi uribismo personal, y es el manejo errático, esquivo y por demás equivocado que Uribe le dio a sus relaciones con Venezuela, a la forma en como manejo o mas bien dejo de manejar, un problema que ameritaba acciones fuertes, decididas, definitivas.
No le perdono a mi Presidente que haya dejado que esa blenorragia crónica que se llama Hugo Chávez, se haya ensañado como lo hizo con la persona del Presidente de los Colombianos, y por ende, con la grandeza de la patria. Han sido muchos los insultos, y muy profundo el irrespeto. Ha sido mucho sufrir callados, con los brazos cruzados, sin poder hacer nada, viendo y oyendo el rosario de agresiones, de diatribas, de manipulación de información, a la que nos somete el chafarote de Miraflores cada día, cada semana, cada mes.
Votare por aquel que demuestre que va poner a Chávez en su sitio. Y pienso que ese no seria otro que Santos, a quien Chávez odia con odio jarocho.
Tanto va el cántaro al agua hasta que se rompe. La gente se canso del juego, y la suerte esta echada: No más Uribe. Al menos no en las próximas elecciones.
Algunos liberales “uribistas” volverían a las toldas del otrora glorioso partido de Uribe Uribe, de los Lleras y de los López, si tan siquiera hubiese eso, un Uribe, un Lleras o un López. Pero en la carpa roja, que entre el Diablo y escoja.
Aquellos que nos acostumbramos a la comodidad de la seguridad democrática nos queda irnos con el heredero del uribato. Santos, seria lo mejor. Uribi-two como que no. Y pare de contar, aquí no hay mas nada.
Ni Mokuses, ni Luchos, ni Noemises. Esta es Colombia. Ni es Chile ni es Argentina.
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