Casi el 63% de los electores respaldaron la reeleccion del Presidente mas popular en nuestra historia contemporanea.
Hace dos meses escribiamos en esta columna nuestras impresiones de las elecciones parlamentarias, y haciamos mas que vaticinios, recomendaciones, de lo que debia hacer el Partido Liberal, aun dando por descontado el triunfo de Uribe.
Pues bien, la derrrota de Serpa ayer es la mas grande pifia de la historia politica colombiana, para decirlo de alguna manera ciertamente grafica. Y eso era absolutamente evitable. Digo, si los liberales hubieran estado interesados en evitarlo.
Pocas candidaturas despertaron tanto rechazo como la de Horacio Serpa, y por tan diversas razones sobre las que a estas alturas ya no vale la pena ahondar. Serpa, "Politicamente", fue sepultado en entierro de tercera, y por poco se lleva al Partido Liberal consigo a la tumba. Pero eso ya es historia. Ahora, a mirar hacia el futuro.
Paradojicamente, es Alvaro Uribe quien esta llamado a ser el mesias, tendiendo la mano y abriendo las puertas del dialogo a sus otrora correligionarios, y asumir la empresa de sacar al liberalismo de la sala de cuidados intensivos antes de que los remanentes del Serpismo, y aca pongo a la clase dirigente que lo acompaño, lo lleven primero a la funeraria.
Lo que queda del partido, la parte rescatable, debe tambien considerar esta opcion.
Personalmente no me siento tranquilo ante un Carlos Gaviria con el 22.2 % enmochilado, esperando con paciencia el desgaste del Gobierno. Asi como tampoco con un Rodrigo Rivera, saltandose la fila de la sucesion natural, mientras quienes deben tomar las riendas del Partido, simplemente se hicieron a un lado.
Habemus Uribe. Tiene el Presidente entre sus mas serios retos, el no pasar a la historia como el verdugo del Partido Liberal, asi como tambien, el de no sucumbir a las tentaciones de un poder tan inmenso, como el que le acabamos de conferir en las urnas los colombianos. Queremos a Uribe de Presidente como hasta ahora, no como Emperador.
Compañero Presidente, que el equilibrio, la cordura y la suerte lo acompañen en esta segunda etapa.
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